En 1948, en medio de la incertidumbre de la América de posguerra, nació la Generación Beat. Este movimiento literario, arraigado en el anti materialismo y la exploración de la condición humana, se reunía en las cafeterías de Nueva York y San Francisco para recitar poesía junto a tazas de café negro. Durante los años 50 y 60, los coffeehouses se convirtieron en sinónimo de creatividad e intelectualidad.
Un ejemplo de ello fue el Caffè Lena de Saratoga, Nueva York. Inaugurado en una antigua carpintería en 1960, Caffè Lena sigue siendo la cafetería más antigua de Estados Unidos que sigue funcionando. Esa longevidad le ha permitido acoger a innumerables iconos creativos, desde los Beatniks hasta los miembros del Folk Revival, y ha establecido a Caffè Lena como una piedra angular de la contracultura creativa en Estados Unidos.